Hoy se levanta un día interesante, es una de las dos actividades más interesantes que teníamos programadas en este viaje. Hoy visitamos la aldea de Santa Claus (aquí lo llaman Santa Claus Village o Joulupukin Pajakylän osuuskunta) junto con una granja de renos donde conoceremos a Papa Noel en persona.

Visitando la Aldea de Santa Claus

Esta excursión ocupa el día entero, o lo que ocupa un día Lapón claro . Salimos temprano del hotel para dirigirnos a las oficinas de Lapland Safaris donde cogeremos un autobús que nos llevará hasta la aldea de Santa Claus.

Llegamos en seguida pues se encuentra a sólo 8 km al norte de Rovaniemi. La visita en la aldea es libre y simplemente nos comentan donde tenemos incluida la comida y el horario de comedor así como la hora a la que el autobús saldrá de vuelta para Rovaniemi donde cogeremos las motos de nieve para ir a la granja de renos.

Visitando la Aldea de Santa Claus

La aldea de Santa Claus se compone de unos cuantos edificios donde hay mayoritariamente tiendas donde comprar recuerdos y mucha artesanía sami. Este es un buen lugar para comprar los recuerdos y la artesanía, pues en las tiendas de Rovaniemi tienen precios más altos.

También aquí se encuentra la oficina principal de Santa Claus que se puede visitar y donde puedes conocer a Santa, pero como nosotros teníamos concertado un encuentro privado con él para la tarde, sólo hicimos una visita breve.

Lo más interesante aquí es que puedes encontrar también la Oficina de Correos oficial de Santa Claus, donde llegan millones de cartas que le escriben desde todo el mundo y desde donde tú puedes enviar felicitaciones de Navidad que tienen la particularidad de ir estampadas con el sello oficial de la Oficina de Correos de Santa Claus. Otra de las curiosidades de esta oficina de correos es que puedes escoger si enviar tu felicitación para estas navidades o para las siguientes, algo curioso, sin duda.

En la aldea también hay varios lugares donde se puede montar en trineo de reno, así que si vas por tu cuenta puede ser un buen lugar para hacerlo y no perder mucho tiempo si el viaje va ajustado.

Visitando la Aldea de Santa Claus

La aldea es muy bonita, y cuenta con otras peculiaridades como tener un marcador que indica la distancia a algunas capitales mundiales.

Otra de las cosas más interesantes es que justo en este punto es donde se encuentra la línea del Círculo Polar Ártico, por tanto si vienes de Rovaniemi, es la primera vez que realmente estás en el Círculo Polar. Hay marcadores que indican donde está y nos prometen que hay una línea pintada en el suelo por donde discurre, pero en nuestro caso hay tanta nieve que no se ve.

La comida en este safari, como gusta llamarlo a la agencia, se realiza en el principal restaurante que hay en la aldea. Tras la comida nos recoge el autobús para ir de vuelta a Rovaniemi donde cogeremos las motos de nieve para ir hasta la granja de renos.

El día está especialmente frío por lo que recomiendan que los niños vayan hasta la granja en autobús. Nos comentan que se prevé que la sensación térmica en la moto supere los 60 grados bajo cero, por lo que no garantizan que sólo con los monos sea suficiente y recomiendan a quien pueda vaya al hotel o al vestuario y se ponga toda la ropa de abrigo que pueda. Mucha gente adulta decide que también ellos irán hasta la granja en autobús.

Nosotros vamos bien preparados para el frío, además de su mono térmico llevamos ropa interior X-Bionic que es una autentica maravilla, como recomendación para el que esté pensando en ir a tierras frías.

Nos preparamos para la travesía en moto que en esta ocasión es más larga que la anterior. Nuevamente nos parece una pasada lo de la moto de nieve, si no hubiera sido porque en el resto del viaje hemos hecho otras cosas maravillosas seguramente hubiera sido la mejor experiencia del viaje.

El grupo de hoy estaba más espabilado que el del otro día y además nosotros nos hemos escapado un poco, hemos superado los 110 km por hora, lo que es una sensación increíble a más de 30 grados bajo cero de temperatura ambiente y con una sensación térmica por encima de los 60 grados bajo cero.

Lo peor nuevamente la congelación de las pestañas, que hoy ha sido más severa y en algún momento ha impedido una visión 100% clara y el dedo pulgar derecho del acelerador. Cuánto hemos echado de menos unos guantes con más protección térmica… aviso a navegantes 😉

Ya llegamos a la granja de renos. Está a la orilla del río, donde “aparcamos” nuestras moto de nieve en perfecta hilera. Nos acercamos, vemos los renos, nos dan un paseo en trineo tirado por renos en un circuito.

El reno va rápido, pero nada en comparación con los huskies, sin duda son los reyes de la velocidad en la nieve, pero la experiencia también está bien y además aquí puedes tocar tranquilamente a los renos a tu antojo, es una maravilla para aquellos de vosotros a los que os gusten los animales.

Visitando la Aldea de Santa Claus

Tras el paseo pasamos a un edificio de la granja donde nos tienen preparada la merienda, chocolate caliente y algunos bollos. El chocolate se agradece sobremanera, así como el amoroso fuego que tienen preparado. En este lugar es donde nos hacen entrega del carnet de conducir renos, que a nosotros nos ha hecho mucha ilusión

Ahora nos avisan de donde se encuentra Santa Claus sentado esperando nuestra visita. Vamos hacia allá y conocemos a Santa, hablamos con él y nos pregunta si hemos sido buenos 😉 . Mal no nos hemos tenido que portar si este maravilloso viaje ha sido su regalo. Nos hacemos alguna Foto con el y pasamos de nuevo al salón donde sigue habiendo chocolate y bollos.

Visitando la Aldea de Santa Claus
Tras un rato y cuando todo el mundo hubo visitado a Santa Claus llega la hora de irse, nosotros hemos aprovechado para salir y dar una vuelta por la granja, viendo los renos y haciendo alguna Foto de la maravillosa iluminación. La hora de irse ya es completamente de noche y nos espera una travesía fría y oscura con la moto de nieve de vuelta a Rovaniemi. Pero como hemos dicho, es una experiencia estupenda, así que allá vamos.

Visitando la Aldea de Santa Claus

Termina la excursión con la llegada a Rovaniemi y allí en las oficinas de  Lapland Safaris nos hacen entrega de otra cosa que también nos hacía especial ilusión, un certificado de haber cruzado el círculo polar ártico. Este certificado también lo expiden en la Aldea de Santa Claus, pero hay que pagarlo a parte y en nuestro caso iba incluido en el safari.

Ha sido un día largo, intenso y emocionante, así que vamos para el hotel a comer algo y a dormir, que mañana será otro día.