Viaje a Laponia – Descubriendo el museo Arktikum

Hoy hemos decidido tomar el día con calma, ayer nos acostamos tarde, así que hoy nos hemos levantado también un poco más tarde y hemos decidido emplear la mañana en visitar el museo Arktikum, el museo más interesante de Rovaniemi y posiblemente de toda la Laponia finlandesa.

Descubriendo el museo Arktikum

Es un museo en el que podremos hacernos una idea muy acertada sobre el pueblo lapón y los pobladores del norte de Europa. El edificio en el que se ubica el museo ya es espectacular por si solo, está realizado en materiales fríos como el cristal y el metal y completamente integrado en el paisaje. En la parte de atrás del edificio se encuentra un río que en esta época permanece completamente congelado.Como hemos visto que en Rovaniemi todo está cerca hemos decidido ir caminando hasta el Arktikum, además hoy el día no está demasiado frío, sólo tenemos 15 grados bajo cero. El paseo desde el Sokos Vaakuna hasta el Arktikum es bastante agradable, hemos decidido ir por la calle Koskikatu hasta el final, de forma que hemos ido entretenidos con los bares y las tiendas. Cuando te acercas al edificio ya impresiona, está en una ladera, tiene una gran escalinata semicircular que te lleva hasta la entrada principal del museo.

En la biblioteca hay conexión gratuita a internet y está nada más entrar al edificio, justo en frente de la cafetería. Hay también taquillas gratuitas donde puedes dejar toda la ropa que quieras para poder hacer tu visita mucho más cómodo. Justo delante de las taquillas encuentras la tienda de recuerdos y el mostrador para comprar tu entrada, 12€ por persona, algo caro, pero creemos que merece la pena.

El museo está dividido en dos plantas y en varias zonas donde puedes ver varias exposiciones. Puedes encontrar una sala donde podrás conocer mucho mejor al pueblo Sami, originarios pobladores de estas tierras, con sus trajes, sus cantos y sus costumbres. En otra sala podrás conocer toda la historia de Rovaniemi y de cómo fue destruida por completo en la segunda guerra mundial por los nazis y vuelta a construir desde cero.

En otra de las salas puedes conocer un poco sobre la fauna ártica, y las costumbres de caza de la zona. Y no puedes dejar de visitar la sala de la aurora boreal que está dentro de esta zona. Te tumbas y empieza una película donde ves la aurora boreal en una cúpula; no es tan impactante como la real, pero sobre todo si vas en otra época o no tienes la suerte de verla, no es mala idea. También hay una sala de proyección grande donde te cuentan un poco de todo y que no está mal y si no recuerdo mal lo había en varios idiomas dependiendo de la hora.

Al final la mañana se ha pasado bastante rápido y nos ha cogido la hora de comer en el museo. Hemos decidido comer aquí mismo en la cafetería, tienen menú buffet donde puedes elegir si comer sólo el plato frío o uno frío y otro caliente. Nosotros tomamos el buffet de ensalada en el que puedes repetir tanto como quieras de ensalada y también tienes pan y agua gratis, así como el café o las infusiones. No está nada mal por el precio, teniendo en cuenta que estamos en un museo en Laponia.